TELEFERICO DEL CASTRO VALNERA
Articulo de Septiembre de 2012
La idea de un teleférico en la ladera norte del Castro Valnera siempre existió en el imaginario de los pasiegos desde que se conoció el existente de Fuente Dé en los Picos de Europa (1966) y su repercusión en la comarca lebaniega. El corte del macizo en su lado norte, el desnivel desde el valle de Pandillo, la impresionante altura (1.718 m), el paisaje y las espectaculares vistas ha hecho pensar a muchos en imitar la idea de José Antonio Odriozola en Liébana e imaginar un segundo teleférico en Cantabria, esta vez, en la comarca pasiega. En 1994 el ex alcalde de Vega de Pas Juan Ruiz oficializó por vez primera la idea encargando un sencillo anteproyecto consistente en una pequeña memoria y unos planos y perfiles (Escala 1:5.000) en la que se ideaba un teleférico que desde el valle de Aguasal subía mediante 5 apoyos intermedios a la cima del Castro Valnera. En el año 2010 siendo alcalde es que escribe, se encargó por parte del Ayuntamiento de Vega de Pas a la empresa INGECID en relación con la Universidad de Cantabria la elaboración de un sencillo video con infografías para relanzar la idea y su posible estudio, video que se entregó al entonces Consejero de Cultura, Turismo y Deportes, Fco Javier López Marcano, que acogió la idea con ilusión pero con mucha prudencia dado el calado del proyecto con las dificultades técnicas, ambientales, administrativas y de rentabilidad que a priori parecía tener y que en el futuro se iba a encontrar. En Mayo de 2012 el nuevo Gobierno de Cantabria (PP) presidido por Ignacio Diego y el nuevo equipo de gobierno del Ayuntamiento de Vega de Pas (PSOE-PP) presentan de nuevo la idea con un video (SEMARAC) y la futura contratación de un anteproyecto por parte de CANTUR que finalmente el 27 de Agosto de 2012 se plasma con la firma del contrato en la casa de Cultura de Vega de Pas entre el Gobierno y la empresa adjudicataria (AC Proyectos). A partir de esta fecha habrá que esperar un año para ver el resultado del Anteproyecto con todos los estudios y sus conclusiones.
En este momento me gustaría realizar una serie de reflexiones y análisis sobre la idea y su posible futura realidad en los próximos años.
En primer lugar debemos analizar la historia de los transportes por cable y su finalidad. Los primeros trasbordadores aéreos, colgados por cables, ya eran usados en la India y Japón para trasportar cargas por encima de desfiladeros y ríos. En 1866 se crea el primer ferrocarril cremallera en la montaña de Washington (EEUU) y en Europa es en 1871 cuando se construye el primer funicular en la montaña de Rigi (Suiza). Uno de los primeros teleféricos del mundo es el de Wetterhorm (Suiza) que data de 1.908 que empiezan a competir con los funiculares con el fin de facilitar el acceso de turistas a las montañas. La diferencia entre estos medios de transporte radica en que en los funiculares, el cable tira de la cabina por un raíl a ras de suelo y el moderno teleférico está sustentado por cables entre dos estaciones, una de salida y otra de llegada, unos son de una tirada y otros con apoyos intermedios, que permiten salvar desniveles a los que los funiculares no llegan. Los teleféricos son medios de transporte para salvar un desnivel, no realizable de otra manera, entre dos puntos, pero ese punto de llegada debe llevarnos a algún sitio.
En segundo lugar debemos analizar la montaña del Macizo del Castro Valnera, sus valores y su posible explotación como recurso turístico. Dicha montaña es el punto más alto entre los Picos de Europa y los Pirineos (1.718 metros sobre el nivel del mar); montaña que pertenece a dos Comunidades Autónomas, Cantabria y Castilla-León; montaña incluida en dos zonas L.I.C. ( Lugares de Interés Comunitario); montaña de importantes valores medioambientales en cuanto a flora y fauna donde habitan variadas clases de mamíferos, aves e insectos; montaña que es cabecera de los ríos Pas, Pisueña, Miera y Trueba y su fauna piscícola; montaña con uno de los paisajes más importantes de Cantabria como es el paisaje pasiego. Toda esta realidad: ¿ supone un recurso que puede ser aprovechado turísticamente? La respuesta negativa nos impide avanzar pues habría que dejar las cosas como están sin ninguna intervención y optando por la postura más purista y conservacionista; sin embargo si la respuesta es positiva nos lleva a los métodos de explotación, accesos a la montaña, construcciones, instalaciones para actividades, realidades que generan en definitiva "impacto ambiental" y "presión humana".
Actualmente el Castro Valnera y sus alrededores es cada vez más visitado por turistas. Hace más de treinta años tan solo era el hábitat de los pastores pasiegos más valientes que se atrevían a vivir y trabajar en tan angosto paisaje, que con el paso de los años dicho agreste paisaje ha ido poco a poco adquiriendo valor como reclamo turístico. Después de la Guerra Civil no existían en Vega de Pas restaurantes donde comer a excepción de alguna tienda-bar donde comían tratantes y vaqueros en los días de feria. Fue en los años sesenta y setenta con la etapa del desarrollismo español cuando varias familias del casco urbano emprenden negocios de restaurantes, fondas y obradores de sobaos, negocios que se han mantenido e imitado en los pueblos de los alrededores que ahora se incluyen bajo la marca de "Valles Pasiegos". En la década de los noventa hasta nuestros días han proliferado en las Villas Pasiegas negocios dentro del concepto del llamado "Turismo Rural": posadas, pequeños hoteles, cabañas de alquiler, zonas de campamento, empresas de turismo activo, empresas transformadoras de productos, etc. Sin ninguna duda con el desarrollo del turismo en España, la zona pasiega es ampliamente valorada tanto por el turismo nacional como extranjero, incluso mucho más valorada que por los propios habitantes de Pas, en su mayoría ganaderos que por la crisis del sector y modo de vida pasiego, se vieron animados a vender parte de su patrimonio a nuevos residentes temporales que huyen de las ciudades buscando la tranquilidad de las montañas.
Llegado a este punto deberíamos plantearnos hasta donde debe seguir creciendo el turismo y cómo hacerlo. ¿Es la montaña pasiega un reclamo turístico? Me temo que sí. ¿Se puede seguir creciendo turísticamente para que dicho sector absorba el sector decadente de la ganadería, o incluso le supere? Me imagino que la respuesta debe ser positiva. Pero como todo en esta vida: ¿En qué medida? ¿5,10,20 obradores más? ¿,10,20,40 restaurantes más? ¿20,40,80 alojamientos más?¿40,80,160 viviendas más? Crecimiento supone también crecimiento en infraestructuras, pensemos en los recursos de abastecimiento de agua, depuración de aguas residuales, accesos para vehículos que sean dignos y con seguridad, infraestructuras eléctricas, etc.
En tercer lugar vamos a centrarnos en la idea de origen, en la posibilidad de construir un teleférico al Castro Valnera y las preguntas que conlleva: ¿Por qué? y ¿Para qué?; ¿Cómo? y ¿Cuándo? ¿Quién y cómo de financia?
El ¿Por qué? ya lo hemos analizado, como aprovechamiento de un recurso turístico.
El ¿Para Qué? Los teleféricos en la historia surgen como un triunfo de la técnica sobre la naturaleza, para acercar la montaña al común de los mortales, para que no sea exclusiva de amaestrados senderistas y alpinistas, para que niños, personas de avanzada edad, inválidos y enfermos disfruten de la montaña. En nuestro caso, ¿Quién accede actualmente al Castro Valnera? Sin ninguna duda senderistas con un mínimo de nociones porque no olvidemos que el Castro Valnera entraña peligros y no debemos olvidar que en los últimos 50 años se ha cobrado 4 vidas. En esta pregunta deberíamos analizar una cuestión importante en la que el Gobierno de Cantabria no ha deparado lo suficiente y en las dos reuniones que ha habido en Vega de Pas se le han preguntado sin una respuesta clara. Normalmente los teleféricos se hacen para salvar un importante desnivel para llegar a algún sitio, sitio que normalmente es una estación de esquí, sitio donde hay un hotel de montaña invernal, sitio como punto de partida de un amplio conjunto montañoso como es el caso de Fuente Dé. En nuestro caso es una atalaya entendida como lugar donde se descubre mucho espacio de tierra o mar, un simple mirador o balcón desde donde se perciben impresionantes vistas. Quien ha estado en lo alto del Castro Valnera un día despejado sabe que se ve toda Cantabria desde su lado este, el mar, los valles, los Picos de Europa, el pantano del Ebro. He dicho, "un día despejado" porque no todos los días la cima está en condiciones de ser vista o servir de vista. La cima, quien la conozca, sabe que es una superficie de menos de 100 metros cuadrados y unos alrededores que requieren defensas de algún tipo por los peligros que supondrían los precipicios de más de 500 metros al abismo de Pandillo. El Gobierno parte de una idea equivocada al entender el teleférico como un simple balcón al que llaman "Mirador del Pas" y así el teleférico se convierte en un simple ascensor como los miradores de los rascacielos de Nueva York, subir, mirar (si se puede) y bajar. Ya se le ha explicado al Presiente de Cantabria que a menos distancia de la cima que lo que estará el posible punto de partida de Pandillo en Vega de Pas, en su lado sur y en Burgos existe la Estación de Esquí de Lunada, infraestructura de deportes de invierno que no es usada por la población cántabra porque la línea de puertos de montaña (Estacas de Trueba, Lunada y La Sia) se encuentran cerrados al tráfico cuando hay nieve en dicha estación. ¿Por qué no se acoge la sugerencia de ir más allá que llegar a un simple balcón? De esa manera el teleférico podría adquirir la lógica de lo que significa ese medio de transporte, unir dos puntos que con otro medio se hace imposible. No olvidemos que el Alcalde de Espinosa se ha posicionado en contra si de dicha infraestructura no se beneficia el vecino municipio burgalés. Y esto es lógico según sus intereses porque aunque la vista norte del Castro Valnera es cántabra, el conjunto del macizo, contorno y cimas son territorio de la Provincia de Burgos. Mal empieza en sus fines el Gobierno de Cantabria obviando tal realidad y pensando tan solo que los vecinos de Burgos no tendrán la osadía de torpedear dicho proyecto estrella propiamente cántabro. Dicho proyecto no debe considerarse como propio, ni propio de un determinado gobierno, ni propio de una sola región. Es un proyecto que debería ser interregional. Y nos acercamos a la siguiente pregunta.
¿Cómo? La respuesta es bien sencilla, haciendo las cosas como se deben de hacer. Primeramente reconocer que dicho proyecto afecta a dos comunidades autónomas (Cantabria y Castilla-León) ya en la idea de origen de acceder a la cima del castro y mucho más si se extiende la idea a la Estación de Esquí de Lunada. En segundo lugar no obviar que las dos zonas afectadas son lugares de interés comunitario (LIC) y requerirán sesudos informes de impacto ambiental de competencia del Gobierno de España al afectar a las dos comunidades y muy posiblemente algún informe de la Unión Europea. No obviar que el teleférico según las previsiones de visitas (100.000 personas/año) necesitará la ampliación de infraestructuras en lugares muy sensibles, ampliación de la carretera local de Pandillo, nueva creación de aparcamientos en un valle muy cerrado como La Estribera, nueva creación de carretera de 1,5 Km en el valle barrancoso de Aguasal, valle que desde la orilla del rio empiezan las grandes pendientes. En tercer lugar no debemos obviar la climatología que queramos o no, no es la misma que la de Potes y su afección negativa a la rentabilidad del proyecto. ¿Cuántos días subiremos y no podremos ver nada? Tampoco está de más pensar en una estación intermedia a ubicar en la pradera de "Lelsa" para esos días en que la cumbre pueda estar tapada por la niebla. En cuarto lugar no obviar las voces y posturas críticas de asociaciones ecologistas, de montañismo, partidos políticos. En definitiva deberá ser tratada la idea y tramitado el proyecto con absoluta pulcritud en cuanto a informes ambientales y trámites administrativos, tramites escrupulosos para evitar sustos del poder judicial.
En cuanto al ¿Cuándo?, será el Gobierno de Cantabria el que tome la decisión de conveniencia de hacerlo en la actualidad y en la época de crisis en la que nos encontramos. ¿Es digno gastar el dinero en un teleférico en la época actual? ¿servirá de motor a las estrechas economías de la Comarca Pasiega? ¿Beneficiará al conjunto de la población o solo a unos pocos empresarios?
¿Quién y cómo se financia? Está claro que el Gobierno actual huye de críticas de "derroche financiero" y como estas ideas normalmente nacen de los caprichos ( unas veces acertados y otras no tanto) de los políticos que en un momento les toca dirigir la cosa pública (Ej.: Fuente Dé, Peñacabarga, Parque de Cabarceno, La Magdalena, El Soplao, etc.) se ha adoptado la idea de que sea la iniciativa privada la que acarree con los gastos y beneficios del proyecto.
Después de todos los inconvenientes técnicos, legales, medioambientales, paisajísticos, está el quid de la cuestión, su rentabilidad, que va a ser estudiada al milímetro por las empresas interesadas. Al día de hoy solo hay un vistoso video que no deja de ser "cine", es decir imágenes que nos crean ilusión. Dentro de un año tendremos algo más serio, un anteproyecto que es la "idea" analizada previamente bajo parámetros objetivos. Después estará el proyecto, la decisión definitiva de hacerlo y su ejecución si hay quien lo haga. Finalmente el teleférico, su vida posterior y sus consecuencias económicas. Personalmente defiendo la idea aunque creo que conlleva muchos riesgos. La mayoría de los habitantes defienden la idea por obligación de un futuro mejor. Hay quien piensa que puede ser una estrategia política de humo.
Si se considera rentable se hará, si no, todo habrá sido un sueño.
Fdo Victor Manuel Gómez Arroyo
Alcalde de Vega de Pas 1997-2011
Septiembre de 2012
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