Si algo llama la atención en esta referida casa es su volumen e independencia, majestuoso edificio de planta cuadrada en piedra de mampostería que se encuentra situado en medio de lo que antiguamente se conocía como La Llana, pasando la iglesia en dirección a Selaya, a mano derecha y muy próxima a la casa del hidalgo don Juan Gómez Madrazo, finca en la que también se comenzaron a celebrar las primeras ferias ganaderas en la localidad hacia 1849. Robusto, empaquetado por uno de sus lados con dos balcones y abanderado hoy en día con la enseña Nacional por alojarse en él el Cuartel de la Guardia Civil de Vega de Pas, el promotor de la obra, don Marcos Ortiz de la Torre, fue perteneciente al antiguo linaje de los Ortiz pasiegos que tan conocidas y notorias figuras han conferido a la sociedad española y extranjera.
Para la documentación de los apellidos contamos con el traslado de un padrón de 1613 exhibido a petición de los Pasiegos en el pleito de 1759-1765 y en el que aparecen encabezados junto a sus vecinos del concejo de Bárcenas, perteneciente a Espinosa de los Monteros, donde en su mayoría muestran los tradicionales que son de la zona de las Montañas de Burgos: Ortiz, Gómez, González... Concretamente el apellido compuesto Ortiz de la Torre nos aparece constatado desde el comienzo del siglo XVII en las tres villas, principalmente reflejado en los pleitos de hidalguía de la Real Chancillería de Valladolid, como es el caso de Juan Ortiz de la Torre, nacido en San Pedro del Romeral el 20 de marzo de 1628, hijo de Marcos Ortiz de la Torre y de Juana Madis de Porras; Benito Ortiz de la Torre, nacido en la misma villa el 13 de julio de 1659 y un largo etcétera de la misma rama familiar. (Pleitos de Hidalguía que se conservan en el Archivo de la Real Chancillería de Valladolid, extracto de sus expedientes, Siglo XVIII, bajo la dirección de Vicente de Cadenas y Vicent. Instituto Salazar y Castro, 1997)
La casa fue mandada construir por Marcos Ortiz de la Torre, cuyo nombre nos aparece ligado a la industria minera en las localidades de Córdoba y posteriormente en Linares (Jaén) donde se estableció con negocios de concesión en la conocida Mina de la Tortilla y que recientemente ha sido inscrita en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz con la categoría de Lugar de Interés Industrial, explotación minero-metalúrgica que data de 1821 y estuvo operativa hasta su cierre en 1967, habiendo sido pionera en España en cuanto al proceso productivo del plomo. La minería andaluza experimentaba a finales del siglo XIX un fuerte desarrollo al actuar como motor de las economías florecientes en los países europeos involucrados en el proceso de la conocida como revolución industrial, aunque su papel como abastecedora de materias primas no siempre significó el desarrollo de una verdadera industria metalúrgica y de bienes de equipo, provocando a largo tiempo que gran parte de las cuencas mineras de esta región del sur de España fueran poco a poco cerrándose por los altos costes de extracción. En el Diario de Córdoba de Comercio e Industria figura también don Marcos como partícipe en la formalización de la correspondiente escritura de la sociedad minera titulada del Coto Pepita de Argalion, para la explotación y beneficio de otras varias minas: “... todas en el término de Fuente Obejuna, cuya sociedad está formada por D. Julio Vidal y Danssy, D. Marcos Ortiz de la Torre...” (Diario de Córdoba de comercio e industria, nº8954 de 24 de julio de 1880) Paralelamente tenía también lugar a finales del XIX, en la propia región andaluza, el desarrollo de las líneas férreas y en este sentido la Compañía de Ferrocarril Madrid, Zaragoza y Alicante (MZA) había iniciado los trabajos en el territorio para enlazar Manzanares con Córdoba pero sin pasar por la localidad de Linares, lo cual no era comprensible por la rentabilidad de esas explotaciones mineras que ya despuntaban en la producción de hierro, cobre y principalmente el plomo. La MZA recibió luz verde para completar esa derivación en 1872, aunque curiosamente es el propio Ayuntamiento de Linares el que deniega el interés público de este ramal entre esta localidad y Vallodano y las minas. Tras diversas vicisitudes, todas movidas por intereses particulares derivados del sistema político imperante en la época del caciquismo, el 23 de enero de 1877 se abre la bifurcación con la inclusión de las minas y es aquí donde nos vuelva a aparecer su nombre: “...por la Gaceta de Madrid del 20 de mayo de 1885 conocemos la solicitud de Marcos Ortiz de la Torre para el estudio de un ferrocarril desde Linares, en la línea de Vallodano a Linares, hasta la Mina de la Tortilla...” (Ferrocarriles de España. Juan Peris Torner, Spanishrailway.com 2012)
Don Marcos Ortiz de la Torre pasaría largas temporadas en su casa de Vega de Pas, edificio que se corresponde al estilo de arquitectura popular urbana y noble que participa de la adaptación al medio con materiales a mano para soportar las particularidades climatológicas de la zona, de hecho todo el edificio está realizado en piedra de mampostería con estructura interna de vigas de madera y techumbre de lastra, aunque también con ciertos elementos estilísticos y arquitectónicos foráneos que le dan un toque de distinción y embellecimiento, como es la cornisa moldurada en piedra de sillería que remata el segundo piso. Era evidente que la posición económica de don Marcos le permitía dar un sello particular a la vivienda que manda construir, arquitectura que refleja ese status social y que cada vez se da con más frecuencia en las tres villas pasiegas entre los siglos XVIII y XIX. La actual casa que alberga el Cuartel de la Guardia Civil fue levantada de nueva planta hacia 1860, habitándola en el censo de 1877 don Joaquín Gómez y su esposa doña Josefa Ortiz de la Torre, hermana de don Marcos, a los que le siguen una lista de hijos encabezada por la primogénita María Gómez Ortiz de la Torre que con el transcurrir de los años se convertiría en una de las más distinguidas protagonistas de nuestra casa.
En septiembre de 1887 tiene lugar el comunicado leído por la corporación del Ayuntamiento de Vega de Pas dando cuenta “... de la propuesta hecha por Don Enrique Diego Madrazo y Don Marcos Ortiz de la Torre que tomarían en arriendo por veinte años el sitio denominado Ferial de esta villa, con las condiciones de mejorar dicho ferial, dejarlo a disposición del municipio para celebrar las ferias de costumbre y abonar de presente la cantidad de seiscientas pesetas, valor del arriendo por los veinte años a razón de treinta pesetas pos cada un año...” (Sesión de 17 de septiembre de 1887, A. H.) Ambos conocían, entre otras cosas por ser ellos mismos protagonistas y motores del cambio, el potencial ganadero que se avecinaba a pasos agigantados con la recría de ganado en las tres villas pasiegas para la obtención de vacas más productivas; eso es lo que mueve a ambos a tomar bajo su responsabilidad y ayuda económica la pradera de El Ferial en la que tradicionalmente se celebraban las exposiciones y venta de esas vacas que habrían de revolucionar el consumo de leche en España. Sus acciones en la villa se encaminan siempre a la obtención de riqueza y eso pasa por dotarla de infraestructuras, todo lo contrario a las pretensiones del Ayuntamiento de turno en estos finales del siglo XIX más preocupado por los elementos tradicionales y perennes, aunque no por ello menos necesarios, como era la construcción del cementerio municipal. Será una vez más el doctor Madrazo quien sugerirá a los representantes del pueblo acciones y hechos más prioritarios para una mejor calidad de vida para los pasiegos, como era el proveerlos de un abastecimiento de agua a la localidad: “...se hizo saber a la corporación por el señor presidente el contenido de una carta que al mismo dirige Don Enrique Diego Madrazo en la que manifiesta se presentan grandes obstáculos para la formación del proyecto de cementerio de esta villa y que siendo más fácil la traída de aguas a la plaza de este pueblo, creía oportuno resolvieran sobre el particular...” (Sesión de 19 de mayo de 1888 A. H.)
A Dios gracias las recomendaciones de Madrazo solían tenerse muy en cuenta, el prestigio al fin y al cabo también se lo estaba ganando a pulso y eso lo sabían en Vega de Pas, por lo que rápidamente toman nota y encargan el proyecto de trazado de tuberías al arquitecto don Emilio de la Torriente y Aguirre para dos fuentes, una en la plaza pública y otra en el inmediato barrio de Sel del Río. Los vecinos de fincas afectadas incluso ceden gratis los derechos de paso de tuberías, entre ellos don Marcos Ortiz de la Torre que, en compañía del doctor Madrazo, sufragarían también la casi totalidad de las obras de suministro de agua, tan necesario ya en Vega de Pas. Finalmente, el 19 de agosto de 1890, el pueblo veía brotar esas aguas en su plaza y barrio en un acto inaugural celebrado a las cuatro de la tarde y “... cuyo acontecimiento fue proclamado con el volteo de las campanas parroquiales acudiendo al llamamiento numerosas personas que saludaron la venida de tan deseado elemento refrescando los labios y haciendo elogios del manantial de Estallo por la pureza de sus aguas, demostrando en los semblantes la alegría de que estaban poseídos y agradecimiento que profesaban a sus bienhechores...” Ese agradecimiento no podía ser mejor expresado: “... que en circunstancias tan deplorables llegaron a la localidad los señores D. Enrique Diego Madrazo y D. Marcos Ortiz de la Torre, ambos hijos de este pueblo y verdaderos amantes y defensores de la prosperidad de la Vega...” elogio extensible igualmente a la buena obra llevada a efecto por el ingeniero don Ángel Ruiz de Quevedo.
Marcos Ortiz de la Torre continuaría pasando largas temporadas en su casa de Vega de Pas, aunque conservando su residencia oficial y negocios en la localidad andaluza de Linares en compañía de su esposa doña Aurora Avilés y la sobrina mayor, la también pasiega María Gómez Ortiz de la Torre, que viviría con ellos protegida y tenida como una hija propia. Las buenas e importantes relaciones de don Marcos con el mundo de la política y los negocios en Córdoba y Jaén y sus continuos desplazamientos a Madrid harán que la joven María participe igualmente de esos contactos con la alta sociedad de la capital de España y de ambas ciudades andaluzas enriquecidas por la minería. Terminando el siglo XIX la sobrina de don Marcos Ortiz de la Torre contraería matrimonio con el prestigioso abogado, diputado provincial y líder de los liberales en Linares don Julio Niño.
El espacio interior de nuestra narrada casa fue entonces acondicionándose a las necesidades propias que una acomodada vivienda de gente pudiente en el siglo XIX necesitaba. En origen admitió esa paulatina evolución de los elementos que la constituían en relación con los avances en la mentalidad propia de sus dueños, pues la casa disponía de cuadra por ser su uso, a la vez que residencia familiar, el propio de la economía rural de la zona: las vacas. Años más tarde el establo fue destinado sólo a reposo para los caballos utilizados por sus moradores, recordando algunos de los ancianos de la localidad que los pesebres de comida eran por ello ligeramente más altos y comenzando así el edificio a constatar su separación entre personas y ganado, entre casa de trabajo y vivienda familiar, con lo que se irán añadiendo gradualmente más dependencias privadas, eliminándose con el tiempo completamente la cuadra y destinando el edificio sólo a vivienda familiar. Así los espacios de la planta noble ocuparán los salones destinados a sociedad y visitas, la cocina y el comedor y en el segundo piso se multiplicarán las dependencias propias de los inquilinos que la habitaron. El inmueble adquiere entonces el carácter de residencia veraniega de su dueño, aunque siempre tuvo perpetuos habitantes y cuidadores ligados a la familia del señor Ortiz de la Torre.
Marcos Ortiz de la Torre fallecería el 19 de abril de 1902 en la ciudad de Madrid, haciéndose cargo de la casa que nos ocupa y fortuna su sobrina doña María Gómez Ortiz de la Torre que también hará uso de la hacienda de Vega de Pas en los años posteriores durante los meses de estío en compañía de su reputado marido y de los dos hijos del matrimonio, la conocida mecenas Manolita Niño y el pequeño Julito que fallecería siendo aún muy joven. El esposo de María Gómez Ortiz de la Torre, don Julio Niño Muñoz, era hijo del fallecido alcalde de Linares Jesús Niño y pronto despuntó como funcionario de la carrera judicial empleado en el ministerio de Gracia y Justicia por su amistad con el propio ministro del Gobierno de Sagasta, don Juan Montilla y Adán. España por aquellos años vivía una turbulencia social y política derivada del desastre colonial de 1898 con el turno de los Partidos Conservador y Liberal, partícipes por igual de la misma clientela electoral y de las mismas figuras políticas en un recién estrenado reino de Alfonso XIII. Este período, iniciado años atrás, fue conocido como la Restauración Borbónica (1874-1923) y provocó la consolidación del sistema político conocido como caciquismo, cuyos elementos se encargaban de controlar los votos en las diferentes localidades como base de la alternancia política que se demandaba, siempre en manos de personas con un cierto nivel económico y que intimidaban a sus convecinos en ocasiones hasta con daños físicos. La red caciquil que imperaba no era cerrada sino que irá consolidándose en el tejido social y político hasta el punto de hacerse imposible cambiarla a manos de quienes lo intentaron; incluso las elecciones a Cortes participaban de esa maquinaria denominada encasillado y consistente en fabricar desde el ministerio de la Gobernación los resultados electorales deseados.
Como sintetiza Luis Rabaneda, la España que vive Julio Niño es la España del Quijote, un país de soñadores sumergido en la desidia y el letargo, casi esperpéntico y lastrado por el pesimismo donde el entramado de los dos partidos dinásticos, que concentraba la mayor parte del electorado, no representaba a la soberanía nacional secuestrada por la Corona y convertida en poder omnímodo del Estado: “Por ello el acceso a ese poder no se produce nunca como resultado de unas elecciones libres, sino de la retirada de confianza del Rey al gobierno que en ese momento lo ostenta. En España se hará imposible lo que en otros países europeos, el paso de una monarquía constitucional a un verdadero parlamentarismo” (Coral y Mairá, un reformista en el Linares de la Restauración (1901-1913) Luis Rabaneda Sánchez, Archivo Histórico Municipal de Linares) El líder de los liberales Julio Niño, morador ocasional como veraneante de nuestra casa, sería nombrado Presidente de la Diputación de Jaén en 1914 y con la primera responsabilidad de enfrentarse al reto de la reanudación de los trabajos en las minas de Linares, concretamente en las de Arrayanes que pertenecían al Estado y habían dejado sin trabajo a más de mil obreros, problema que solucionó satisfactoriamente gracias, entre otras cosas, a la estrecha amistad que le unía con el también ministro de Instrucción Pública don Julio Burell y Cuéllar: “Linares: Reina gran júbilo en el vecindario por haberse solucionado la crisis minera, debido a las gestiones realizadas cerca del Gobierno por el Sr. Burell, en unión del alcalde D. José Ortiz y el Presidente de la Diputación D. Julio Niño, que regresaron de la Corte habiendo conseguido la consignación de 85.000 pesetas para comenzar enseguida los trabajos en las carreteras y caminos de la ciudad y orden del ministro para admitir desde mañana 1.500 obreros en la mina de Arrayanes...” (La Correspondencia de España, 17 de agosto de 1914)
En 1916 Niño Muñoz será nombrado vocal del Patronato Nacional de Anormales creado para acoger a niños con alguna discapacidad psíquica bajo el punto de vista sanitario de prevención y atención médica. Amparado por el ministro Julio Burell recibiría precisamente la noticia durante su estancia en Vega de Pas: “Linares (domingo, tarde) El vecindario de esta localidad ha recibido con júbilo el nombramiento hecho por el ministro de Instrucción Pública de vocal del Patronato de Anormales a favor de Don Julio Niño Muñoz, jefe de los liberales demócratas linarenses, diputado provincial y prestigioso abogado. El círculo Burelista proyecta agasajarlo cuando regrese de Santander, donde veranea.” (La Correspondencia de España, diario universal de noticias, 13 de agosto de 1916) Posteriormente sería nombrado también comisario regio de la Escuela Industrial de Linares en 1917 y vocal de Círculo de la Juventud Liberal bajo la dirección del conde de Romanones y la presidencia del marqués de Carvajal. Es por estos años cuando la residencia que historiamos vive su mayor esplendor social, pues a las diferentes cortesías de políticos e intelectuales de la región cántabra que cumplimentaban a don Julio Niño se unirían las destacadas e importantes amistades de su esposa doña María Gómez Ortiz de la Torre. Vega de Pas también saboreaba los felices años veinte con la sociedad del glamour que nos visitaba y a los conocidos nombres de Luis Buñuel, María Teresa de León, la condesa de Yebes o la duquesa de Santoña habría de incluirse la visita de Su Majestad la Reina doña Victoria Eugenia en julio de 1922: “... Esta mañana estuvieron en la playa del Sardinero los infantes hijos de los Reyes. Tomaron el primer baño de la temporada. Por la tarde la Reina, con la condesa del Puerto y la duquesa de Santoña, fue en automóvil a la Vega de Pas llegando a Villacarriedo...” (hemeroteca La Vanguardia, 13 de julio de 1922)
Julio Niño completaría su brillante carrera judicial, una vez retirado de la política activa, al ser nombrado en 1932 juez del Tribunal de Justicia de Madrid hasta su fallecimiento. En el preludio de la guerra civil española y durante su contienda la casa permanece cerrada hasta que en la posguerra vuelve a retomarse como residencia veraniega de la hija de don Julio y María Gómez Ortiz de la Torre, la popular Manolita Niño, mecenas de la iglesia parroquial de la localidad a la que tuvo el buen gesto de donar la actual imagen religiosa de Nuestra Señora de la Vega, con uno de los rostros tallados más hermosos que se conservan en Cantabria. Al legado de Manolita Niño a la parroquia se añadirían también el manto de gala de la Virgen con bordadura de oro y los pendientes, diversos trajes para los sacerdotes, el altar de La Piedad y buena parte de los gastos del nuevo retablo Mayor del templo que se confeccionó en 1950 y en cuya hornacina presidencial se aloja la bien parecida patrona de los pasiegos.
Manolita Niño Gómez (1895-1974) se había criado por nacimiento en los círculos de clase alta tanto de Linares como de Madrid, donde sus padres se desplazaban a menudo por razones de trabajo. De hecho la petición de mano ya aparece reflejada en los diversos periódicos del país, al igual que su primer enlace con el abogado García de Vinuesa el 26 de septiembre de 1921, sobrino del entonces recién condecorado por el rey Alfonso XIII con la Gran Cruz de la Orden Civil de Beneficencia don Evaristo García de Vinuesa y Crespo: “Para esta tarde está concertado el enlace de la simpática señorita Manolita Niño, hija del diputado provincial don Julio, con nuestro amigo el joven abogado y Gerente de la Compañía Politécnica don José Ramón García de Vinuesa. Les deseamos muchas dichas y una interminable luna de miel” (La Voz, edición de 28 de septiembre de 1921) Dotada de fuerte personalidad y marcada humildad siempre supo acondicionarse con elegancia y don de gentes allá donde fuere y de ella dicen que tenía la mano muy ligera y generosa a la hora de dar propinas. Después de la guerra civil española el edificio se encontraba por dentro bastante deteriorado, por lo que Manolita realizó algunas pequeñas reformas interiores. El exterior conservaba intactos sus muros de mampostería con esquinales, dinteles y jambas en piedra de sillería e incluso permanecía en buen estado el pesado tejado a cuatro aguas de lastra. Poco uso tuvo la casa desde entonces salvo alguna visita inesperada de doña María Gómez Ortiz de la Torre en compañía de su hija Manolita, que una vez enviudada contrajo segundas nupcias con don José Hernández García de Lara, perteneciente también a una importante familia linarense. La casa y finca sobre la que se asienta serían vendidas por Manolita Niño al Ayuntamiento en 1941, quizá en un gesto disimulado de donación compartida, para posteriormente subastar el propio consistorio la pradera, quedándose tan sólo en propiedad con el formidable edificio que destinaría a los pocos años para alojar en él el Cuartel de la Guardia Civil. La familia seguiría acercándose a Vega de Pas asiduamente al fijar la residencia de veraneo en una hostería de la vecina localidad de Ontaneda. La ilustrísima señora doña María Gómez Ortiz de la Torre fallecería en su domicilio de Linares el 11 de marzo de 1953; en 1965 expiraba don José Hernández García de Lara, el segundo marido de Manolita que ya anciana visitaría Vega de Pas por última vez con motivo de un enlace familiar en 1972. Dos años después, el 10 de abril de 1974, moría en su casa de Linares sin descendencia propia aunque considerando a las hijas de su segundo marido, Manuela, Carmen y Purificación Hernández de Lara y López como propias.
En el año 2003 se produce una profunda remodelación del edificio, tanto interior como exterior, dotándolo con cuatro viviendas independientes para los efectivos de la Guardia Civil y sus familias, nuevas dependencias y despachos de atención al público, un pequeño gimnasio y calefacción. Exteriormente le fueron adosados dos balcones nuevos en la fachada sur, sostenidos por pilares de madera, al tiempo que la huerta se transformó en aparcamiento de vehículos oficiales, continuando así la prestación de servicios como digno alojamiento histórico que es para la no menos honrosa y Benemérita fuerza que, desde hace casi tres cuartos de siglo ya, lleva custodiando la casa de don Marcos Ortiz de la Torre.
Bibliografía:
-Hemeroteca del Diario ABC.
-Hemeroteca del Noticiario de Soria.
-Hemeroteca del Diario La Correspondencia de España.
-Hemeroteca de La Voz, diario gráfico de información.
-Hemeroteca del Diario de Córdoba de industria, comercio, administración, noticias y avisos.
-Hemeroteca del Diario de Alicante.
-Hemeroteca del diario La Vanguardia.
-Hemeroteca Gaceta de Madrid.
-Ferrocarriles de España: Vadollano a Linares y Los Salidos, Juan Peris Torner. Spanishrailway.com 2012.
-Leal, Arnaldo, De aldea a villa, historia chica de las Tres Villas Pasiegas, Asociación Científico Cultural de Estudios Pasiegos, 1991.
-Cadenas y Vicent, Vicente de. Pleitos de Hidalguía que se conservan en el Archivo de la Real Chancillería de Valladolid, extracto de sus expedientes, siglo XVIII, Instituto Salazar y Castro 1997.
-Rabaneda Sánchez, Luis. Coral y Mairá, un reformista en el Linares de la Restauración (1901-1913) Archivo Histórico Municipal de Linares.
-Velázquez, Flavia Paz. La Academias, Ediciones Narcea, 1996.
-Biblioteca virtual de Prensa Histórica. Ministerio de Educación Cultura y Deporte. Gobierno de España.
-Archivo Histórico de la villa pasiega de Vega de Pas.
Agradecimientos:
-María Jesús Gómez San Román, Renedo de Piélagos.
-Cristina Navarro Diego. Archivo histórico fotográfico. Vega de Pas.
-Marián Navarro Diego, secretaria del juzgado de la villa pasiega de Vega de Pas.
-Eladio Diego Sainz, Alcalde de la villa pasiega de Vega de Pas entre 1969 y 1979.
-Dirección General de la Guardia Civil.
-Ilmº Señor Coronel Jefe de la 13 Zona de la Guardia Civil. Santander (Cantabria) Concesión de permiso de fotografías.
-Efectivos del Cuartel de la Guardia Civil de Vega de Pas.
-Víctor Manuel Gómez Arroyo. Fotografía.
Comentarios