Cantabria, Asturias, Castilla León, Portugal, y Francia se han convertido en territorios unidos por la protección, conservación y difusión del patrimonio arqueológico rupestre, tras la adhesión de Asturias al protocolo de colaboración que Cantabria y la Dordoña francesa firmaron en 2017, y al que se integró, en 2018, el yacimiento Vale do Côa-Siega Verde, que se localiza a lo largo del rio Duero, a ambos lados de la frontera de Portugal y de España.